domingo, 10 de mayo de 2015

Comunicado Pastoral Social Parroquial



A la comunidad:
Desde la Pastoral Social de la Parroquia queremos manifestar una seria preocupación referida al modo cómo la Policía de la Provincia de Córdoba ha actuado en varios de los barrios de la Parroquia (IPV Argüello, Villa 9 de Julio, Villa Cornú, Villa Hermana Sierra, etc.). Hemos sido testigos durante estas últimas semanas de una serie de operativos  policiales (llamados "de saturación") en las calles, con una ingente cantidad de móviles (autos, camionetas, motos, helicóptero... ¡hasta un camión de los bomberos!), en los cuales detienen en la calle sin motivo a los transeúntes, especialmente jóvenes varones y pobres, sin causa que lo justifique, maltratándolos verbal y físicamente, humillándolos moralmente e intentando, por medio de estos maltratos y una espectacular ostentación de armas de gran calibre, infundir miedo en ellos y en los que observamos estas cosas (por ej. una abuela de Villa Cornú que veía cómo seis uniformados apuntaban con armas largas a un muchachito que se encontraba en la parada del colectivo); en Villa 9 de Julio entraron de noche a los precarios domicilios de la gente, en algunos casos abriendo la puerta a patadas y tumbando por tierra muebles en busca de vaya a saber qué, sin exhibir ninguna orden judicial de allanamiento. 
Entre tanto, la delincuencia continúa funcionando a las mil maravillas, es decir, que lejos de haber disminuido, pareciera haberse incrementado en estos días: robos a mano armada en las calles, violación de domicilios, arrebatos, múltiples puntos de venta de drogas que siguen funcionando como si nada. Una anécdota (entre tantas) ilustrativa de la situación: La hija de una catequista regresaba de la facultad a su casa en colectivo; en el momento en que bajaba del mismo, unos delincuentes en moto le agarran la cartera y la hacen caer del colectivo al piso de la calle; la correa de la cartera no se rompió y la chica fue arrastrada unos metros por la calle... el colectivo siguió su camino como si nada; algunos espectadores que se encontraban cerca, continuaron en total pasividad sin intervenir en absoluto; un automovilista se detiene, se baja del vehículo, grita a los delincuentes y estos huyen... el hombre se acerca a la joven víctima del arrebato, tirada en el suelo y ensangrentada, la ayuda a levantarse y, al observar que un móvil policial se encontraba detenido unos metros más allá (¡¡¡...!!!), se dirigen a su encuentro... el móvil se puso en marcha, y se alejó tranquilamente, sin intervenir en la situación.
Nos preocupa la inseguridad, el aumento de la delincuencia en todas sus formas y quisiéramos que la Policía, junto con los demás recursos con los que cuenta el Estado, tomara cartas en el asunto seriamente. Pero esto que vemos dista muchísimo de ser esa respuesta que los ciudadanos nos merecemos.

Pastoral Social Parroquial