“Una Puerta de la Misericordia, a
través de la cual cualquiera que entrara podrá experimentar el amor de Dios que
consuela, que perdona y ofrece esperanza.” (MV 3)
La imagen de la “Puerta Santa” está cargada de significados: pasar por ella para ser testigos de la Misericordia del Padre, que nos invita a compartir la mesa de la Palabra y de la Eucaristía. Pasar por ella para salir al encuentro de nuestros hermanos, especialmente de quienes más lo necesitan, con “obras de misericordia materiales y espirituales”. Pasar por ella para abrir nuevas puertas de misericordia y ternura, de encuentro y fraternidad, de justicia y caridad en la sociedad. Pasar por ella para “abrir puertas” que nos permitan gustar la reconciliación con Dios y con los hermanos, desterrando los “candados” del corazón y de la sociedad en orden a una nueva convivencia social.